PITMA expone su experiencia en la gestión del absentismo laboral en una jornada de Mutua Montañesa y CEOE Cepyme Cantabria

Francisco Roig, responsable de RRHH del grupo PITMA, participó ayer en la jornada organizada por Mutua Montañesa para presentar su ‘Observatorio de absentismo laboral”, en colaboración con CEOE Cepyme Cantabria.

Alberto Martínez, director gerente de Mutua Montañesa, presentó el informe correspondiente al primer cuatrimestre de 2022. La jornada continuó con la participación de Joaquín Gallardo, secretario general de Equipos Nucleares (ENSA) y Francisco Roig, en representación de PITMA, quienes expusieron al público diferentes experiencias relacionadas con la gestión del absentismo en dos empresas tan diferentes en cuanto a actividad, pero con el arraigo y complejidad suficientes como para mostrar una foto global de la situación en Cantabria.

Un 2% de absentismo en PITMA, frente al 36% de media en Cantabria

El director de RRHH del grupo PITMA inició su intervención destacando la particularidad de la compañía por tratarse de un grupo multisectorial. “Dentro del mismo grupo conocemos realidades completamente distintas, tanto por actividad como por la dispersión geográfica”, indicó Roig.

En la actualidad, según expuso el directivo, los datos de absentismo en el grupo PITMA son relativamente buenos, con un “2% de media en los últimos meses”, muy por debajo del 36% que señala Mutua Montañesa en su informe. Sin embargo, más allá del dato, lo importante es “ver las causas de esas cifras”, añadió.

Para Roig, además de por las características propias del grupo, y las relacionadas directamente con las múltiples actividades económicas realizadas, la clave está en la gestión de los recursos humanos que se practica en el grupo. “Tenemos la suerte de que la gente siente que la empresa es suya, y está implicada”, lo que reduce las bajas a las estrictamente reales y justificadas. “Se trata de crear un buen clima de trabajo, eso sí que afecta al absentismo”, añadió el responsable de RRHH del grupo PITMA.

Y es que, especialmente a partir de la pandemia, la estadística no parece corresponder a la realidad: gestión de las bajas, autodiagnósticos y autotests covid han podido distorsionar las cifras y aumentar las jornadas perdidas o alargar los periodos de baja de forma innecesaria.