Álvaro Villa Miller, CEO del grupo PITMA, realizó en la mañana de ayer una visita al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) para conocer de primera mano el nuevo equipamiento, único en España, destinado a mejorar la seguridad y precisión de los tratamientos oncológicos.
Este encuentro, en el que han participado el doctor Pedro Prada y la doctora María Ferri, jefe y adjunto del Servicio de Oncología Radioterápica del HUMV, respectivamente, se ha celebrado bajo la iniciativa del propio doctor Prada, con quien el grupo PITMA mantiene estrechos lazos de colaboración en diversas esferas.
Este nuevo equipo, especialmente valioso en determinados tratamientos contra el cáncer, supone un auténtico revulsivo en el ámbito científico no solo en Cantabria, sino a nivel nacional.
Para el grupo PITMA, estar vinculado con todas aquellas iniciativas creativas y transformadoras que se realizan en su entorno más cercano es de especial importancia, ya que la innovación, el sentimiento de equipo y compartir ideas son parte de los valores de la compañía.
Tecnología punta en tratamientos oncológicos
El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla ha incorporado un sistema de posicionamiento de gran precisión, único en España, va a mejorar los tratamientos de los pacientes oncológicos sometidos a radioterapia externa en un acelerador lineal.
El nuevo equipo consta de una serie de cámaras que aseguran que el tratamiento planificado se realizará de forma precisa en la zona tumoral, sin afectar a los tejidos sanos.
Por este motivo se trata de un equipo especialmente valioso en aquellos tratamientos que requieren una precisión extrema porque, por ejemplo, el tumor se encuentre cerca de órganos de riesgo como la médula espinal, el tronco cerebral o el quiasma, donde no puede llegar la radiación.
Además de colocar al paciente sobre la mesa de tratamiento de forma rápida y sencilla, y sin necesidad de procedimientos invasivos, este equipamiento monitoriza los posibles movimientos que el enfermo pueda tener durante el tratamiento, detectando si hay algún cambio de posición e interrumpiendo la radiación cuando la colocación del paciente se aleje de los límites fijados.
El sistema Exatrac Dynamic consta de una parte física formada por un proyector de luz, dos cámaras de vídeo de alta resolución, una cámara térmica de alta precisión y un sistema de RX compuesto por dos tubos ortogonales y los correspondientes paneles-detectores. Toda la información que se obtiene con estos elementos se gestiona con un potente programa informático.
En cuanto al procedimiento de funcionamiento, el doctor Prada ha comentado que previamente al paciente se le realiza un TAC para planificar el tratamiento con este nuevo equipo.
Cuando el paciente acude a tratarse se le posiciona en la mesa del acelerador, proyectando sobre él una luz estructurada para realizar una reconstrucción 3D de la zona a tratar, que se correlaciona con una imagen de calor adquirida por la cámara térmica.
El programa informático compara la reconstrucción lumínica y térmica con las imágenes del TAC y envía información a la mesa para situar al paciente en la misma posición que el día que se realizó el TAC, asegurando que los haces de radiación inciden sobre la zona prevista.
Colocado el paciente perfectamente posicionado en relación con su superficie, se obtienen imágenes de rayos X de la zona de tratamiento para compararlas con las obtenidas en el TAC de planificación y asegurar que las estructuras internas también están en la posición correcta.
Normalmente, ha aclarado el doctor Prada, serán las estructuras óseas del paciente las que se tomen como referencia, aunque también pueden usarse marcadores fiduciales para asegurar la posición de zonas de tejido blando.
Tras este proceso, el programa informático vuelve a analizar las posibles diferencias de posicionamiento y recoloca la mesa para garantizar la correcta posición del paciente y proceder a su tratamiento.